UN VERDADERO INFIERNO

Es un rompecabezas, un remedo del tiempo mendilgando apenas misericordia, que los días transcurran sobrenaturalmente rápidos y se acabe este papelón. Lo de este Independiente, que pocos vestigios conserva de armonía y de formas, modos de consolidarse en una idea. Lejos está del ideal de un equipo, citando referencias de Platón, teniendo un andar más que espurio. Cambia, rota, muta Gallego, pasando por todos los estados para poder incentivar a un plantel por demás sobrevalorado, y nada. De la mano dura a un auto y a cambio de un poco de compromiso por la causa.
La paupérrima actuación en el Tomás A. Ducó ante un juvenil de Estudiantes lo dice a todo. Desde el vamos, el Rojo se paró con extrañas mutaciones en su dibujo. Con Moreira muy pasado de revoluciones, como pseudo-volante, o la soledad del gordo Nuñez (que no se comprende de que juega). De esta manera, desde que el 11 se había desplegado en la grama, ya perdía, y lo hacía ante un rival despojado de ambición por el actual torneo, pero que sabe a qué juega, y plantea los encuentros desnudando errores y manufacturando a través de esos defectos ajenos.
Un par de deficiencias (las habituales si hay 3 cambios sobre la línea de 4) y Salgueiro conectó de cabeza para abrir el marcador. El clima se tensó, el equipo se llenó de nervios y lo que eran deficiencias se proclamaron como crónicas. Gandín a los 25’ Sustituyó a Moreira, incendiado por el Tolo en pos de ver más ofensivo. Nada de eso, siguió careciendo de esas pequeñas sociedades y el registro individual era una utopía. Y más desnudos quedaron estos hombres cuando el Lungo Federico Fernández reivindicó la jugada made in Zubeldía, y estampó la justicia en el marcador.
Un 2 a 0 entre dos propuestas totalmente antagónicas. Los pibes del Pincha se devoraban a pura velocidad la lobreguez de este Independiente. Y la sentencia la decretó el misil de Galván ni bien amanecido el complemento. Sentencia muy escabrosa para un grande que sólo conserva el mote no gracias a este tipo de producciones afutbolísticas. Sin llegar a pisar el territorio de Andújar, el León facturaba un póker con la potencia de Nuñez (del que sí se sabe a donde juega y a qué).
Primó el trabajo estructurado, la mentalidad ambiciosa y ganadora de un equipo alternativo, contra tantos problemas compatibilizados y aggiornados a una identidad que ya no es tal, y los parámetros del pasado cada vez se queman más en el olvido. Los jugadores, más que Diablos, ya parecen un coro angelical, aborrecidos por la furia del gentío presente.

IVÁN ISOLANI (abetsen@gmail.com)

Written by Círculo Sports Radio

We are Creative Blogger Theme Wavers which provides user friendly, effective and easy to use themes. Each support has free and providing HD support screen casting.