
De arranque, Estudiantes se entusiasmó rotando y haciendo del balón su herramienta más útil, y su juguete favorito. La acarició por demás, aún cuando en silencio sufría por el arrastre en el terreno. En los pies de los locales, la globa se sentía libre, con el viento platense rodeándole todas sus caras, y ella corría, alegre, demostrando su favoritismo en estos Cuartos de Final.
Se dejaba seducir por la sutileza de John Sebastian Verón,, por esa sensibilidad para el chamuyo, pero el elegante. Y entre tanto tiki tiki versión platense, se metió sin oposición hasta el área chica, y le permitió al Chino Benítez anotar el gol tranquilizador.
En presencia había dos equipos, pero uno sólo era el que proponía, el que tenía ganas de conseguir cosas importantes y darle a esas enagenadas almas presentes, el mejor regalo. Y fue recíproco, porque cuando los minutos fueron transcurriendo, aliados en esta cruzada libertadora, y el equipo se fue identificando con la chapa de semifinalista, fue la propia gente la que tomó la batuta, y desde su garganteo inclaudicable, quién reavivó el fuego en el Estadio Único.
Este León, que no es el guapo Manuel Santillán, no pronuncia palabras en la agonía pero te recita de memoria una clase de cómo jugar al buen fútbol. Y aunque ahora se venga otro peso pesado como el bolsiyudo uruguayo, que de ésto juna lungo, el viejo peleador de La Plata, en su maltrecho bodegón, lo espera con el revolver empuñado en la diestra.
IVÁN ISOLANI (abetsen@gmail.com)
Es realmente impresionante como juega Veron de primera en la zona caliente de la cancha.
ResponderEliminarEs muy difícil medir (hasta su ausencia) el valor de este termometro de equipo que es la Bruja.
Talento como pocos, adelantado al resto y encima con pegada y precision.
Estudiantes late según sus pies. Y eso le hace bien al futbol golpeado de estos dias.
Saludos.
si no hacen nada fuera de lo que seria lo lógico, pinta para finalista... lo veo firme y bien plantado al equipo de Sabella
ResponderEliminarsaludos
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